viernes, 17 de septiembre de 2021

Más Allá de Nuestras Fuerzas

       


    La vida es una sucesión de decisiones sin embargo  existen factores ,situaciones que  no son en lo absoluto factibles que nos hacen   elegir pobremente y   este camino nos lleva al fracaso, a perder la esperanza .

        Estar en medio de la desesperanza o  indefensión aprendida significa no tener salida es decir, tanto mental y emocionalmente estar sin esperanza, no tener ayuda a la vista, y contemplar la muerte como si pareciera inevitable causado por momentos cuando  el sufrimiento llega hasta el punto de desesperación

     La desesperación, es  un nivel atroz de desaliento, es más común de lo que podemos darnos cuenta. Su experiencia de una relación personal con Dios es lo que  solo puede  frenar las ruedas celosas de nuestro juicio mental durante la desesperanza, pero Dios, en su gracia permite el sufrimiento con el propósito de despejarlos de nuestra dependencia en sí mismos, y el orgullo que obstaculiza nuestra utilidad.

     Caemos en un estado de desesperanza cuando llevamos una carga muy pesada que somos incapaces de llevar físicamente por amenazas persistentes contra nuestra vida unida a la falta de fortaleza espiritual y emocional significa, por lo tanto, estar completamente agobiados y sin fuerza y en consecuencia sucumbir a la aflicción (la circunstancia, aflicción cualquiera que sea)  

      La importancia  de ser abrumados más  allá  de  las fuerzas también fue sentido por el Apóstol Pablo quien  lo expreso en 2da de Corintios 1:11  "fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas" para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, el puede ser el fundamento para ayudarle  y enfrentar situaciones, problemas  grandes,  aflicciones más "abrumadoras en sobremanera más allá de sus fuerzas  

     Estas cargas insoportables conducen   a las personas a un estado de profunda desesperación y, en consecuencia, a la necesidad de confiar en Dios en lugar de sí mismos y en otros porque antes de la esperanza siempre aparece y antecede  la fe que da  origen a La verdadera esperanza que debe estar fundamentada en Dios ella nos libra de las aflicciones que amenazan con arrancar la vida misma de nosotros, porque está fundada y cimentada en la única fuente segura para poder continuar aun en situaciones que no tienen explicación ni solución humana.

   

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