domingo, 25 de julio de 2021

UN MUNDO DE PROBLEMAS

      

     Las transmisiones de noticias están dominadas por la incertidumbre mundial   estadísticas sobre la pandemia  del corona virus, disturbios civiles por libertades ciudadanas, recesión económica , bandas organizadas enfrentadas por disputas de territorio, elecciones  presidenciales polémicas y cuestionables ,magnicidio   e intento de magnicidio ,carros bombas,conflictos globales e innumerables señales de que el tejido moral de la sociedad occidental  actual se está desmoronando por completo  incrementando la ansiedad en la población .

     Todos estos acontecimientos importantes que ocurren en estos últimos meses han agravado la sensación de inquietud personal . Ninguna persona puede estar  exenta del miedo a las circunstancias sobrepasando el  estado de ánimo normal a uno temeroso,a medida que estos pensamientos ansiosos se multiplican, podemos buscar respuestas en nuestro entorno social , con  nuestros amigos y familiares, o en nosotros mismos, Pero la ansiedad no es un problema contemporáneo es tan antigua como la humanidad misma. 

      La vida está llena de incertidumbre pero el mejor remedio para la preocupación es un humilde reconocimiento de un  ancla  segura y  en una era de incertidumbre terrenal  las verdad bíblica que Dios tiene el control, sin importar cuán caóticas o catastróficas parezcan ser las cosas a nuestro alrededor”.“No sabéis lo que traerá el mañana” (Santiago 4:14). Esa no es razón para preocuparse por el futuro, pero es un recordatorio de que no somos los dueños de nuestro destino. La ansiedad refleja una falta de fe.

     Entonces, podemos concluir que  independientemente de lo que suceda con cualquiera de las crisis que actualmente dominan las noticias diarias, podemos descansar con absoluta certeza en la palabra de Dios la biblia, que declara: “que el  propósito de Dios será establecido y cumplido (Isaías 46:10)Yo conté el final desde el comienzo y mucho antes de que sucediera. Yo afirmé: “Mi plan se cumplirá  y haré todo lo que yo quiero”. Es decir que el futuro está asegurado en las manos soberanas de Dios.

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