Piensa ¿Cuál ha sido la última
decisión en tu vida el día de hoy? Hay decisiones que consideramos sin
importancia, pero Ninguna Decisión es Pequeña sino que todas son importantes porque evidencian nuestra forma de
pensar, ver la vida, si actuamos como pensamos y todas nuestras acciones
tienen consecuencias es decir que nuestra manera de pensar, actuar y decidir tiene importancia y consecuencias de ahí la necesidad que tenemos que
cambiar nuestra mentalidad.
Las decisiones que tome hoy son semillas que planto, y determinaran el tipo de fruto que recogeré mañana en el futuro es decir nuestra manera de pensar tiene importancia, para nosotros e influencia a otras personas, para bien o para mal de ahí parte la importancia de cambiar nuestra manera de pensar. Al respecto la Biblia Romanos 12:2 dice: ” No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".es decir que abandonemos la persecución de vivir como todos los demás viven a transformarnos de adentro hacia afuera.
La mente humana cumple estrictamente todo lo que percibe y el individuo lo acepta, sea positivo o negativo . Específicamente, al cambiar nuestra forma de pensar, nuestra mente se renueva y comienzas a comprender la voluntad de Dios para nuestra vida. Pero ¿Cómo piensas acerca de Dios? esto es inmensamente importante, si piensas diariamente en el hecho de que Dios está contigo y que Él conoce todos tus pensamientos, palabras y acciones, tendría un profundo efecto en tu comportamiento y el abandono de esa persecución del placer, las posesiones y el estatus en busca de la felicidad , es el momento propicio que dejemos de vivir como los demás viven.
En
conclusión Evita que la mentalidad de otros te presione en su
molde de estilo de vida es hora de recuperar la preocupación por lo
verdaderamente importante para ti rectificar
algún rumbo equivocado. Es hora de recuperar el sentido común y presentar toda
situación, tanto grande como pequeña, al Señor.
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